Aunque para la mayoría de los deportistas es un honor participar en los Juegos Olímpicos, para el golfista Rory McIlroy no lo es. Por el contrario, está contento de no asistir. Además, admite que el golf solo lo práctica para ganar dinero y no siente pasión especial por el deporte de los palos, los hoyos y los paisajes cautivadores. (Lea también: Jason Day, número uno del golf, renuncia a los Olímpicos por el zika)
“No creo que mi ausencia vaya a perjudicar a este deporte, porque yo no me considero su guardián. No me hice golfista para preservar su legado de cara al futuro, sino para ganar torneos y dinero”, afirmó el norirlandés. (Lea también: Por virus del Zika, Jordan Spieth no disputará los Juegos Olímpicos)
También aceptó que no verá el golf olímpico y que prefiere observar otras disciplinas: “No lo veré tampoco por televisión. Probablemente vea el atletismo, la natación... los deportes que importan”.
Sobre el control antidopaje en el golf, Rory, campeón de cuatro torneos mayores, sentenció: “He pasado un control de la Federación Internacional de Golf en un año. Y solo de orina. Ninguno de sangre todavía. De media, habré pasado cuatro o cinco en un año, muy poco en comparación con otros deportes olímpicos. El sistema antidopaje está muy atrás con respecto a otras disciplinas. Y es necesario para asegurarnos de que el golf es limpio. Si quiere estar en los Juegos tiene que estar en esa línea”.